El desarrollo de las tecnologías de la información, su incidencia en las formas de comunicación y su impacto en las relaciones interpersonales

Introducción

No cabe dudas de que, si tuviésemos que describir las sociedades actuales en gran parte del planeta, podríamos aseverar que se trata de un contexto novedoso, caracterizado por la rapidez con que los hechos pueden ser conocidos, narrados e interpretados por sujetos que se encuentran a miles de kilómetros del epicentro de las novedades. Esta sociedad es conocida como “sociedad de la información”, pues el desarrollo de las tecnologías de la información y de la comunicación inciden en múltiples aspectos. Notar que las tecnologías, tan dinámicamente novedosas, van transformando los modos de comunicación no es poca cosa. En virtud de ello, es interesante poner la mira en la influencia que tienen estas tecnologías en las relaciones interpersonales. Este ensayo tratará de reflexionar sobre ese hilván que asocia tecnología, comunicación y relaciones interpersonales, con el fin de repensar someramente los diferentes fenómenos que pueden darse, y observar si producen más ventajas (como, por ejemplo, mejoras) que desventajas (como, por ejemplo, desvinculaciones) a la hora de relacionarnos, o si tan solo surgió un sesgo costumbrista en nuestra forma de comunicación tradicional, que nos dejó a merced de un mundo tecnológico careciente de toda esencia y personificación.

Un punto de inicio de la cuestión

En la actualidad se está produciendo ―de manera actual y tangible― una profunda transformación social, económica, educativa, laboral y política, motivada por el desarrollo de las Tecnologías de la Información y por la forma en que estas moldean las comunicaciones. Estamos en presencia de un proceso de grandes cambios tecnológicos que permiten configurar, con características muy peculiares, la denominada “sociedad de la información”. La incorporación de las TIC, por ejemplo, en el ámbito estatal y en el sector empresarial, puede resultar un elemento clave para mejorar la prestación de un servicio o la competitividad, impulsar el crecimiento económico, y lograr una mayor creación de empleo.

La tecnología no solo ha permeado al Estado o las empresas: también ha trastocado la comunicación humana, pues ha tenido una suerte de compás al ritmo del desarrollo tecnológico histórico. Recordemos que, cuando la imprenta vio la luz como elemento tecnológico, la tradición oral sufrió un sismo, puesto que la historia y las costumbres se verían reflejadas de manera fija en un libro. Se perdió una parte de la tradición oral, pero se ganó, sin dudas, en la universalización de la cultura humana.

Hoy, la tecnología y su aplicación directa en la comunicación ponen la tilde en retos de similar magnitud. Los dispositivos móviles tuvieron razón de ser a los fines de comunicar o relacionar a seres queridos o de interés. Pero hoy, en tiempos actuales, las aplicaciones tecnológicas de chat empiezan a deslucir la tradición de hablar con otras personas. Se eligen las diferentes opciones de mensajerías a través de textos, usando emoticones y por medio de grabaciones, aunque el interlocutor esté a pocos metros. Las sociedades podrían estar, aun sin saberlo, al borde de perder una parte de la tradición oral, para ganar rapidez y universalidad (y no caerse de la contemporaneidad).

¿Y qué sucede con las relaciones interpersonales?

Nos encontramos en una sociedad basada en el desarrollo, más cerca o más lejos de este, pero utópicamente enfatizado. Esta característica domina buena parte de nuestra sociedad, lo que quiere decir que el impacto tecnológico en las comunicaciones se ha extrapolado a diversos ámbitos o estructuras de la vida humana, porque nos ayuda a entender cómo se construye la identidad personal, cómo se dan las comunicaciones y las relaciones interpersonales en un contexto atravesado por tecnologías. A partir de allí, podríamos observar, a su vez, aspectos positivos y otros negativos.

Se expondrá, de forma breve y concreta, una reflexión acerca del impacto positivo y negativo de la tecnología (su incidencia directa en las formas de comunicación) y de cómo estas moldean las relaciones interpersonales.

Empecemos por lo positivo

La inmediatez asociada a la facilidad para resolver situaciones diversas en distintos campos (educativo, laboral, gubernamental, etcétera) han resultado dos características de suma trascendencia. Esto tiene su correlato al momento de relacionarse con otros; se pone de relevancia un ahorro preponderante de tiempo, amén de una reducción de inversión económica. Otro aspecto sumamente llamativo y facilitador que dan las tecnologías en función de las comunicaciones es posibilitar un abanico de complementariedad y de diversidad en las relaciones. Esto se ve favorecido por la consolidación y construcción de nuevos lazos sociales debido a la versatilidad de una multiplicidad de entornos relacionales.

Otro punto positivo es el incremento y dinámica de las relaciones: hay una tendencia a tener, mantener y hacer crecer relaciones a distancia, a nivel familiar, laboral, escolar, social, etc.

Lo mencionado precedentemente da cuenta de una revalorización del capital social e individual a medida que se tiene mayor número y diversidad de contactos. Influye también en esto la diversidad de edades, la calidad de los contactos y los espacios donde se llevan a cabo, así como la preferencia por querer comunicarse (si acaso) también de forma física.

Sigamos por lo negativo

Tras entablar nuevas relaciones, podría ponerse en evidencia la falsedad de la imagen del yo que se proyecta a través de las redes sociales, pues es posible emitir voluntariamente una imagen falseada que no corresponde a la realidad del yo, basada en la posibilidad de asumir un rol que permite interpretar o proyectar un ser diferente en el mundo virtual relacional.

Otro punto negativo es la posibilidad de desplazamiento e invasión de las relaciones: tomar como punto de partida toda relación en una comunidad basada en la tecnología nos hace suponernos como seres que hemos crecido y vivido con esta. Incorporamos estas tecnologías y su impacto en la forma de comunicarnos y de relacionarnos en todo tipo de ámbito de nuestra vida. Parecería necesario el uso de esta para “sobrevivir” a las necesidades actuales. Notamos que es relevante, en este contexto, el fuerte (o muy fuerte) interés por ser visible, virtualmente hablando. Esto se traduce en publicaciones y en una actualización constante de nuestro perfil, lo que nos lleva a dejar en un segundo plano las relaciones interpersonales por estar más ocupados realizando acciones que nos garanticen esta visibilidad o, en el peor de los casos, a exponerlas socialmente, con las posibles repercusiones que ello puede generar.

Un artículo de Noelia Antolinos que aborda esta temática admite que se pasa de vivir “con” a vivir “en” (Antolinos, 2019) ―en relación con la tecnología como medio para relacionarnos―. Es decir, hay un cambio de una cosa por otra; en este caso, se deja de tener experiencias prácticas físicas sobre las relaciones, dejando a un lado, con total desinterés, el mundo real, centrándonos y cuidando solo el mundo virtual, donde los lazos relacionales son meramente virtuales.

Como último punto, cabe destacar que es evidente que hay una exposición y sobreexposición de datos personales al alcance de nuevas relaciones. Sin duda, hay una confidencialidad mermada y falta de protección de nosotros mismos y de la información que trasmitimos.

En resumen, el acceso a la información de manera instantánea nos permite comunicarnos con diferentes dispositivos, incluso al otro lado del mundo. Permitir la comunicación entre personas sin importar dónde estas se encuentren otorga sentido a esta interacción. Así y todo, es importante lograr un equilibrio entre virtualidad y realidad, sin que la primera supere a la segunda.

Bibliografía consultada

  • Antolinos, N. (2019). “La razón histórica”. Revista hispanoamericana de Historia de las Ideas. ISSN 1989-2659 Número 42, Año 2019, pp. 179-193. www.revistalarazonhistorica.com
  • Belloch C. (2012). Las tecnologías de la información y comunicación en el aprendizaje. Material docente (en línea). Universidad de Valencia, Departamento de Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación. Disponible en http://www.uv.es/belloch/pedagogia/EVA.pdf.
  • Documentos técnicos de la División de Estudios de Posgrado, UNAM.
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