El gran Pierre Bourdieu se ocupó de explicar allá por los años (1987- 1989), el concepto del Interés y el desinterés en los funcionarios políticos, que ostentan poder gubernamental. El sociólogo francés arguyo: que el Estado moderno, las relaciones de poder y la definición del bien común, siempre fue una herramienta discursiva en esos actores remarcando, una característica fundamental de quienes trabajan para el Estado y le dan forma y quienes afirman sacrificar sus intereses personales y ejercer su función de modo desinteresado, por el bien común. Pero ¿es posible un comportamiento desinteresado, hacer algo a cambio de nada? ¿Habrá que tomar al pie de la letra los discursos altruistas de abnegación y devoción? ¿Cómo entender, por ejemplo, la brecha entre las reglas objetivas del derecho administrativo y las faltas que en la práctica se denuncian como prebendas, tráfico de influencias, corrupción, desvío de bienes? ¿Son los burócratas la clase pensante celebrada por Hegel o los usurpadores al servicio de la clase dominante denunciados por Marx?
El autor en cuestión, en sus cursos magistrales del año 1987 al 1989 en el College de France, abordó estas cuestiones examinando la formación de los campos jurídico y burocrático característicos del Estado moderno y de su nueva forma de gestionar. De esta manera, reconstruyó las condiciones históricas y sociales que permiten a un grupo político, consolidarse y encontrar sus propios intereses en el hecho mismo de servir a intereses que lo superan. Seguidamente, al ubicar el foco en la constitución del campo burocrático, dejó en evidencia la duplicidad e incluso la locura de los universos y agentes dedicados a gobernar. En efecto, ese proceso necesita tanto la invención de un servicio público (o de un espíritu de servicio a la causa pública) como una gradual especialización que cree cuerpos autónomos en los que los individuos puedan seguir una carrera y ser recompensados. En otras palabras, campos donde se desarrolle un tipo especial de juego que siga las reglas del desinterés.
Poniendo en duda todos los supuestos y los moralismos de las almas ingenuas que se resisten a escrutar las determinaciones materiales y simbólicas de sus prácticas, y renovando las herramientas críticas, Bourdieu arroja nueva luz sobre la formación del Estado y del sistema jurídico modernos, a la vez que ofrece una nueva perspectiva sobre las numerosas profesiones que sostienen su acción invocando el servicio del bien común. Es muy importante releer estos conceptos en momentos de crisis económica, social y política. El nuevo debate hoy se centra sobre las políticas sociales, y de acá se desprende el famoso DERRAME, terminología falaz para el autor, solo es un debate campal entre la izquierda y la derecha que derrama más oscuros que claros a la situación, para citar algún ejemplo de moda en la actualidad.
En el caso argentino, en lo que refiere a la seguridad propiamente dicha, esta lógica se manifiesta en la persistencia de condiciones inadecuadas de detención, el incumplimiento reiterado de decisiones judiciales y la ausencia de políticas integrales de prevención, fenómenos que han sido señalados tanto por organismos de derechos humanos como por la jurisprudencia nacional e internacional. Lejos de expresar desinterés genuino, estas omisiones revelan una selectividad estatal: fuerte intervención coercitiva sobre poblaciones vulnerables y escasa voluntad política para modificar las estructuras que producen violencia institucional.
Las discusiones actuales en sociología política y criminología crítica permiten profundizar la tesis del texto al mostrar que el desinterés político en materia de seguridad ciudadana opera como una forma específica de interés estatal. Autores como Wacquant (2009) y Garland (2001) sostienen que, en contextos de desigualdad estructural, los gobiernos tienden a priorizar estrategias punitivas de bajo costo político, mientras postergan reformas profundas que impliquen inversión sostenida, control institucional y ampliación de derechos humanos.
Fuente:
Bourdieu, P (2015). Sobre del Estado. Cursos en el College France 1989-1992. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.