El sentido del trabajo penitenciario: palabras de un Celador

Resumen: Nos proponemos en este breve escrito describir las prácticas laborales comentada por un celador en las prisiones de un Servicio Penitenciario, a partir de un proceso de reconocimiento de las distintas dimensiones que las conforman. Sosteniendo que la marcha del trabajo, tanto dentro como fuera de la prisión, contribuye a dar forma al encarcelamiento en distintos momentos históricos (Mathew, 1999), iniciamos este artículo retomando los dichos en primera persona del agente penitenciario (A.G), quien con su relato nos ayuda  a  bucear esos sentidos acerca de la funcionalidad y garantía de trabajo en las cárceles argentinas hallados en las normativas vigentes a nivel nacional y provincial en torno a la Ejecución de la Pena Privativa de la Libertad.  

 Las actividades están pautadas de la siguiente manera: Inicio mi jornada laboral en turnos de 12 por 36 horas. 

7.00 horas: Recibo la guardia del celador saliente, verificando si hay alguna novedad asentada en el Libro de Novedades. Procedo al encendido de luces del sector a mi cargo y llevo a cabo el primer recuento de internos del día. Si no hay novedad que informar, lo dejo asentado en el parte diario. Si las hay, las detallo pormenorizadamente, indicando la índole de la novedad, fecha, hora y quién/quienes tuvieron participación en la situación planteada. 

7.15 horas: Reviso la Planilla de traslados diarios, y constato los horarios y los juzgados a los que deben concurrir los internos en el día de la fecha. De igual manera procedo a verificar las prescripciones de medicación en la planilla respectiva y a quiénes se les debe entregar sus aparatos de telefonía móvil, conforme el detalle que obra en la planilla destinada a tal fin. 

Amerita dejar sentado que la medicación sólo se entrega bajo estricta prescripción médica y que el interno firma de conformidad que recibió la misma. 

8.00 horas: Procedo a despertar y a levantar a los internos que deben cumplir con las actividades pautadas. Coordino con el Jefe de Guardia, el móvil policial y agente de custodia que tendrá a su cargo la concreción de los traslados ordenados.  

9.00 horas: En forma individual hago entrega de los aparatos celulares, estableciendo que deberán ser devueltos indefectiblemente a la 00:00 hs, momento en que se efectúa el recuento diario y el cierre de rejas. 

10.00 horas: Ingreso al sector cocina y solicito al interno encargado de los tupper de racionamiento, la entrega de las raciones para que a las 12.00 hs. Puedan ser enviadas a la al sector cocina y entregadas a cada interno. 

11.00 horas: los días miércoles los internos tienen la posibilidad de tener una hora de patio, coincidente con el de las visitas (de 15.00 a 17.00 hs.). El resto de los días, usufructúan una hora de patio por la mañana y otra por la tarde. 

Esta situación planteada “hora de patio”, suele presentar una arista urticante debido a la escasez de personal, razón por la cual, efectivamente no siempre se logra que todos los días la población penal goce de la misma. Es menester contar con la dotación suficiente de personal (penitenciario y/o policial, según el caso), para llevar a cabo el monitoreo y la supervisión de los movimientos que se efectúan durante las visitas, a fin de evitar cualquier perturbación del orden, grescas internas, motines y/o intentos de evasión y/o fuga. Así es que en innumerables ocasiones, lo “ut-supra” planteado, genera de parte de la población penal, reclamos a viva voz o utilizando lunfardismos propios de la jerga carcelaria, que ameritan la aplicación de una sanción disciplinaria.   

La práctica usual es que se intente una negociación, entre ambos actores – autoridad e interno – y se otorgue la “hora de patio” en otro día y en otro horario. 

13.00 horas: Coordino con el Jefe de Guardia, qué personal va a ser el encargado de llevar a cabo la revisación “requisa” de los familiares de los internos. Atento que el horario de visita está estipulado de 15.00 a 17.00 hs. la tarea mencionada debe efectuarse una hora antes.  

Finalizada las visitas, se efectúa el recuento de rutina, se deja asentado en el parte de novedades, tras lo cual se reintegran los internos a sus respectivos alojamientos. 

Referencias: 

  • Routier, M. (2018). Los sentidos del trabajo en prisión. Prácticas laborales en Unidades Penitenciarias de la Provincia de Santa Fe. Revista De La Escuela De Antropología, (XXI), 243-270. https://doi.org/10.35305/revistadeantropologia.v0iXXI.29 
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