Foucault y su concepción de poder

En un primer lugar, si contextualizamos el pensamiento de Foucault en el ámbito socio histórico, tenemos que transportarnos a uno de los acontecimientos más icónicos de la segunda mitad del siglo XX; El Mayo Francés o mayo de 1968. (denominado como el Mayo Francés, una serie de protestas estudiantiles multitudinarias que se dieron en Francia especialmente concentradas en París en los meses de mayo y junio de 1968).
Estas series de manifestaciones fueron iniciadas por grupos de estudiantes que mantenían posiciones críticas hacia el sistema capitalista, el imperialismo, la autoridad y la sociedad de consumo.
Estos movimientos estudiantiles giraban en torno a un discurso que desautorizaba las instituciones políticas y sociales de la época como el gobierno, los sindicatos o incluso la universidad.
A este gripo de estudiantes se sumaron también grupos de obreros, la mayoría de los sindicatos y también el Partido Comunista Francés. Si bien es cierto que estos últimos tenían unas reivindicaciones más laborales y no coincidían en todos los reclamamos que proponían los estudiantes. No obstante, la unión de todos estos actores sociales originó la mayor huelga general que había sucedido en Francia e incluso en Europa occidental, siendo apoyada por casi 10 millones de trabajadores.
De esta manera, el Mayo Francés se caracterizó por ser un movimiento descentralizado e inorgánico. Es decir, sin un liderazgo claro. Muchas deliberaciones que germinaron en el seno de este movimiento tenían que ver con el poder; el poder en los partidos políticos, de las instituciones, etc. Un poder de representación rígida y vertical que era visto como un obstáculo para las libertades y el progreso de las sociedades.
De este modo, los principales discursos que defendía el movimiento estudiantil se construyó a través de una crítica a la autoridad y el poder en todos los ámbitos sociales: el familiar, el laboral incluso el sexual.
Así pues, el centro estudiantil conjeturó un auténtico punto de inflexión en cuanto a la elaboración de los posteriores pensamientos filosóficos y sociológicos.
De esta forma, se empezó a romper con el argumento de la Guerra fría (capitalismo vs comunismo) y muchos pensadores emprendieron a elaborar una tercera vía política. También, las ciencias humanas se centraron en unos objetos de estudio que habían sido olvidados por las ciencias sociales: el cuerpo, el deseo, el poder o el placer, entre otros.

Foucault y el poder como eje central

Foucault fue un pensador que estudió gran cantidad de temas. No obstante, haciendo un arduo ejercicio para sintetizar su pensamiento, podemos alegar que el rasgo principal que identifica al filósofo y psicólogo francés es su relaboración del concepto de poder, noción que podemos encontrar en sus obras Vigilar y castigar (1975), La voluntad de saber: Historia de la sexualidad I (1976) entre otras.
Antes de Foucault, los dos paradigmas principales que desafiaban la cuestión del poder allá por los años 1970, era la filosofía marxista y la filosofía liberal: Por un lado, la filosofía marxista entendiendo el poder como un elemento o fuerza represiva que ayuda a mantener el sistema de producción capitalista y, por tanto, la dominación de los capitalistas frente a la clase obrera.
Por otra parte, la filosofía liberal, que sostenía al poder como un elemento que los individuos delegan en el gobierno/estado por medio del contrato social (quedando este contrato representado en el voto democrático).
La concepción del filósofo francés sobre el poder nos va arrojar una nueva visión sobre este aspecto. Una nueva transformación que nos facilitará concebir cómo se define en nuestra sociedad lo que es considerado normal o anormal.
El autor francés, argumenta que el poder no es simplemente cuando la policía reprime en una manifestación o el gobierno te prohíbe hacer algo a través de las leyes. El poder es algo intrínseco de los vínculos sociales y, por tanto, es algo que esta insertado en todas las relaciones sociales que establecemos: padres-hijos, profesora- alumna, médico- paciente, etc.
De este modo, para Foucault el poder se establece a través de relaciones de poder que unas personas ejercen hacia otras en la vida cotidiana.
Así pues, el poder se ejerce y varía dependiendo del rol y la situación. En ocasiones, seremos sujetos que ejerzan poder. Por ejemplo, si somos profesores y lo ejercemos sobre los alumnos y alumnas.
En otros casos, estaremos en la otra parte de la relación (como cuando vamos al médico en calidad de paciente y estamos sometidos a su autoridad pues de ello depende nuestra salud).
Asimismo, para Foucault las relaciones de poder son cambiantes, flexibles y, además, están influenciadas por relaciones de saber.
 

Bibliografía
Retrato de Michel Foucault. Autor: Thierri Erhmann. Licencia (CC.BY 2.0) Ocupación de la Universidad de París la Sorbona 28 de mayo de 1968. Licencia: Dominio público.

 
Reflexión: Lic. Ortigoza A

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