Las estadísticas Criminales

¿Contando el delito? Análisis crítico y comparativo de las Encuestas de Victimización en Argentina (Extractos)
Los límites de las Estadísticas Oficiales como Estadísticas sobre la Criminalidad. –
 por el Lic. Ortigoza Adrián 
 
Tema: abordado en el artículo. –
Las llamadas estadísticas oficiales, sus limitaciones, enfoques y subdivisión a la cual pertenece cada una, tipos contenidos y modalidades existentes, alcances y límites de las mismas.  En este sentido se intentará a modo general describir que interpretación se les da a estas estadísticas teniendo una visión crítica en relación a su contenido ya que la producción de información incluye una serie de pasos que nos implican una serie de acondicionamiento.
 Desarrollo. –
Si bien no todas las fuentes de recolección de información de la cuestión criminal han sido consideradas ejes de sustentabilidad primordial para las estadísticas sobre la criminalidad, y mucho más si nos adentramos en lo que nos comenta Hernán Olaeta (2007), que el surgimiento de las estadísticas criminales son un proceso que se desarrollaron con posterioridad al estabelecimiento del derecho penal y del sistema carcelario, por la tanto quien define y delimita lo que es delito es el mismo derecho penal. Es por esto que nos resulta indispensable antes de avanzar, antes referirnos a la noción delitos y a sus principales cambios sufrido en la actualidad. Para estos autores, la realización efectiva de una conducta en el mundo social y su denominación como delito es tenida en cuenta como una compleja conjugación de múltiples variables que son atravesadas por prácticas de agencias estatales y no estatales.
Es por todo lo expuesto hasta aquí, que constantemente escuchamos comentar que las estadísticas oficiales sobre la criminalidad son aquellas informaciones cuantificadas sobre comportamientos efectuados en la vida social presuntamente delictuosos las cuales son registradas por parte de las instituciones estatales en el marco de la actividad de gobierno. La definición y registración de un comportamiento u hecho delictuoso por parte de las instituciones estatales es lo que oficializa estos datos, a su vez estas se dividen en dos tipos de acuerdo a la institución estatal de cuya actividad emanan. Es así que, las estadísticas policiales y judiciales ambas poseen características diferentes en relación al delito y su transformación de un hecho común a un hecho legitimado. Por otra parte, se observa que estas estadísticas presentan ciertas limitaciones, como ya se mencionó anteriormente en relación a las fuentes de conocimiento de la cuestión criminal, motivo por lo cual se podrán reunir bajo dos rubros bien diferenciados, “la cifra negra”, por un lado, entendiendo que son todas esas conductas sociales que no son registradas y oficializadas por las agencias estatales competentes y que se pueden asociar a las tipificaciones que presenta la ley penal. Por otra parte, la cuestión del “carácter manufacturado”, como la forma en que las agencias policiales elaboran estos datos decidiendo que selecciona como delito y que no.
En este sentido las estadísticas oficiales muestran el estado de la criminalidad de acuerdo al criterio y visión de sus propias agencias de seguridad tomando como base el registro originado en las denominadas actividades de prevención que realiza la policía en la calle (de oficio o por medios de denuncias efectuadas en comisarías), es por todo esto que han sufrido mucho cuestionamientos porque nos conduce a encontrarnos con un alto número de delitos que no ingresan al sistema y hay una selectividad en los casos que si son reportados.
En este sentido y a modo general podemos decir que los delitos que más se reflejan en las llamadas prevención que realizan las fuerzas de seguridad apuntan siempre al delito callejero cometido por ese infractor que reúne los elementos considerados de antemano como el de peligrosidad o sujeto peligroso. Por eso no debemos sorprendernos que entre los delitos que surgen por la actuación policial o de oficio, prevalezcan los robos en la vía pública y las infracciones a la ley de drogas.
También es importante destacar, como aspecto positivo de estas estadísticas que nos reflejan indicadores tenido en cuenta para analizar la criminalidad ya que nos permite conocer no solo el funcionamiento de estas agencias sino también poder observar la evolución y distribución de los delitos que estos registran.
Otra importante observación critica puede ser  la denominada encuesta de victimización, desde los años 60 aparecen las encuestas de victimización y corresponden a un grupo delimitados de hechos delictivos que varían desde los diferentes tipos y modalidades, pero fundamentalmente se tratan de cierta forma de delitos contra la propiedad y las personas, delitos callejeros y predatorios, siendo que estas emplean definiciones sociológicas, es decir que las categorías de hechos delictivos que maneja la encuesta de victimización puede no coincidir con la norma legal que emplea la estadística oficial.
Por todo lo expuesto anteriormente es dable destacar los casos de homicidios dolosos, ya que es un delito de especial interés por el alto grado de impacto social que produce y que también cuenta con un alto nivel en los registros policiales, esto no podría permitir analizar el nivel de ocurrencia y sus características en relación a la representación que tienen estos casos en sociedad.  Además de también poder conocer por qué este delito en particular no es captado de forma óptima por las encuestas de victimización ni por otros estudios que se realicen por fuera del sistema judicial que hace que adquiera un mayor interés.
En fin, podemos decir que las estadísticas policiales nos sirven para evaluar la propia labor policial o de esas agencias integrantes del sistema de justicia. En efecto, conocer el ingreso de sumarios o expedientes y sus formas y tiempo de resolución sirve solo para pensar y evaluar políticas en el sector.
Es por todo esto que si intentamos evaluar el impacto que producen esos registros policiales, es importante sumar el aporte de las encuestas de victimización más allá que estas cuenten con objetivos y metodología diferentes a las estadísticas policiales pueden ser de sum utilidad para complementar los resultados obtenidos por la institución policial.
Bibliografía

  • Dirección Nacional de Política Criminal: Estudio de Victimización en Centros Urbanos de la República Argentina, Bs As., 2000.

 

  • Dirección Nacional de Política Criminal: Sistema Nacional de Información Criminal. – Informe Anual 2002, Bs As., 2002.
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