Las exposiciones del personal penitenciario engloban diferentes aristas en relación con la cotidianidad del trato con los internos. Estas son las siguientes:
- Exposición construida en forma individual por un agente penitenciario alrededor de las diferentes representaciones que se dan en los pabellones, entre la población penal y ellos.
En esa reunión, el agente penitenciario afirma:
Agente 1: “Es justamente la base de nuestro sistema el tratamiento; sin el trato y el tratamiento, no hay función penitenciaria. La norma es todo; sin norma, no hay nada. Todo el mundo se rige bajo normas, y mucho más en el ámbito penitenciario”.
Su relato es complementado por el de otro agente:
Agente 2: “Sí, para cumplir con la legalidad que nos exige la sociedad, debemos manejarnos con normas de trato”.
Estas concepciones se refuerzan por las experiencias vividas de los agentes penitenciarios a lo largo de su carrera dentro de la institución.
Agente 3: “El trato siempre está regido por normas. Las normas son reglamentarias, y hay normas consuetudinarias que nos hablan del respeto que debe tener el interno por el personal, y viceversa. Existen excesos a veces. No es perfecto el sistema. Tanto los penitenciarios como los internos somos seres humanos”.
También existió el caso de otro agente penitenciario que remarcó lo siguiente con respecto a la norma de trato para con la población penal:
Agente 4: “La normativa que tenemos los penitenciarios regula cómo debe ser el trato con el interno. Hoy en la práctica, esto se está dando un poco en contra de eso. En años anteriores, a todo detenido no se lo consideraba persona; se lo veía y se lo trataba como un delincuente. En la actualidad, la política institucional nos está llevando a que, detrás del infractor, entendamos que existe una persona”.
Es así como las situaciones actuales dentro de los penales se encuentran en una transición en lo que refiere a la normatividad del trato, para transformar esa mirada del delincuente objeto en la de interno sujeto. Así, habrá un mayor fortalecimiento de los derechos de todo privado de su libertad y disminución de la violencia que puede ejercerse en el quehacer penitenciario.
Otro agente penitenciario agrega:
Agente 5: “Siempre existieron normativas de trato para con detenidos. Mirá, el trato personal de un agente penitenciario con un interno es un trato normal. Tanto el interno como el agente penitenciario somos personas. Lo que se debe prever siempre es que no existan actitudes que vayan por fuera de lo normal con respecto a la comunicación entre internos y penitenciarios”.

- Colaboración de un exinterno en el suministro de información sobre el cumplimiento de su condena y cómo se desarrolló la normatividad de trato que le tocó sobrellevar.
En esta reunión, el interno afirma:
Ex interno 1: “Cuando llegué, no fue muy bueno el trato con algunos penitenciarios, especialmente con un oficial. Pero, con el transcurrir de los días, entendí que era ignorancia mía. Ignoraba lo que era el sistema penitenciario y su estructura. Si como detenido te mostrás en rebeldía, te dirigís mal hacia el celador, no te da pelota nadie. Es probable que, si vos no te relacionás y necesitás, por ejemplo, un médico, este nunca vaya a llegar. Uno debe tener buena relación con el celador, y ahí seguro el médico te llega rápido. Es así ahí adentro”.
En todas las reuniones que se mantuvieron, al llevar a cabo las entrevistas, el personal penitenciario de las diferentes áreas se mostró con muy buena predisposición para suministrar información acerca del trato con los internos, enfatizando lo siguiente:
“Nosotros escuchamos interno por interno, y tomamos notas de todas sus necesidades, para así poder ayudarlos y obtener una relación amable y austera con la población penal”.
3. Los reclamos realizados al accionar penitenciario por parte de la población penal se direccionan especialmente al área de la cocina y de la alimentación.
Exinterno: “Con esto de que la cocina cambió, seguro va a ser para mejor. Antes, si el interno venía de una familia de poder adquisitivo bueno, podía darse el lujo de no comer la comida del penal. Después estaban los otros, que comían lo que podían. Yo estuve en el penal de Devoto y en la (U19); estos dos penales he conocido”.
- Otros de los pilares en donde se centran las estrategias con respecto al tratamiento hacia los internos lo constituyen los organismos técnico-criminológicos.
Agente 1: “El que dictamina es el gabinete interdisciplinario, pero siempre se consulta y se ve al interno actuar. Los oficiales están también permanentemente, si bien no es como el celador que se encuentra las doce horas de servicio con el interno. El oficial que está a cargo del servicio también los observa. Los oficiales también emiten un pequeño resumen de la actuación.
Agente 4: “… en cumplir las reglas que tienen que ver con las normas de conducta, con estudiar, trabajar, obviamente no contar con sanciones, respetar las normas, encontrarse aseado. Puedo contarte también que, en épocas pasadas, hasta evaluaba un sacerdote estas situaciones. Los religiosos formaban parte de lo que llamamos Consejo Correccional”.
Asimismo, los agentes refieren la necesidad de efectuar modificaciones en los reglamentos vigentes, en lo que acontece a las formas de trato que se deben dar entre el personal penitenciario y la población penal. Ante ello, los funcionarios sostienen lo siguiente:
Agente 1: “Y, como la sociedad misma cambia, las normas también deberían cambiar para encontrar un equilibrio o, si no, quedamos en el 1800 y no avanzamos. Sí, yo creo que hay que cambiar las normas, pero el cambio debe ser de fondo, porque solo ponemos parches, y son estos parches lo que confunden y restringen la labor penitenciaria”.
Agente 2: “Bastante se modificó. Lo que debemos hacer es cumplirlo y darle la posibilidad a la gente de que lo vaya comprendiendo, de que lo internalice cada vez más. Y los internos mismos te van a decir: ‘Esto lo podemos cambiar’. La sociología carcelaria ha cambiado en algunas cosas. Aunque el delincuente todavía sigue siendo delincuente para la sociedad, Doña Rosa nos pide que hagamos algo hoy”.
Agente 5: “Sí, es necesario; es obsoleta la normatividad vigente que tenemos. El boletín que regula la actividad penitenciaria tiene más de veinticinco años. Se trabaja con personas, y las personas cambian; debemos adecuarnos a los nuevos tiempos. Falta modificar la normativa de fondo, porque ahora tenemos normativas nuevas que están versando sobre los programas de tratamiento que tenemos. Pero también tenemos un montón de normativas que no han sufrido modificaciones todavía. Creo que es una asignatura pendiente eso de modificar los reglamentos”.
- Agentes penitenciarios exponen sus experiencias del interactuar con la población penal
Agente 4: “Mirá, estando en Devoto, el trato con la población penal era claro. Les decía: “Muchachos, si tienen algún inconveniente, es porque quieren generar conflictos, y los conflictos se van a dar”.
Agente 5: “En mi caso particular, siempre busco que el trato con el interno sea respetuoso, que no exista un exceso de confianza que confunda las cosas y pueda llegar a terminar en conflicto dentro del pabellón. En síntesis, la flexibilidad en el trato se da entre el personal subalterno y los internos. El oficial está para solucionar cuando el celador se vea superado”.
Agente 6: “Mi relación con los internos que asistían a los talleres siempre fue muy buena: con mucho respeto. Los internos que asistían eran personas con ganas de aprender, internos de muy buena conducta. No he tenido ningún evento violento agresivo con ningún interno”.
De igual modo, los agentes penitenciarios exponen la necesidad de contar con una normativa de trato claro, actualizado, concordante con lo que exigen los tratados internacionales de Derechos Humanos, afirmando lo siguiente:
Agente 1: “La norma es todo; sin norma no hay nada. Todo el mundo se rige bajo normas, y mucho más en el ámbito penitenciario, en donde estamos tratando con gente que está excluida de la sociedad por la misma sociedad”.
Agente 2: “Sí, se tienen que manejar por normas; así se evita cualquier conflicto”.
Agente 4: “Sí, tiene que ser normativo. Porque es un trato homologado en reglamentos y en leyes. Desde ese punto de vista, sí”.
- Pautas trasmitidas por el personal penitenciario con respecto al abordaje diario para con el trato con los internos.
Agente 1: “Fundamentalmente, el respeto, el cumplir las normas, o sea hacer cumplir las obligaciones, así como también otorgarles los derechos que tienen los internos. De esta manera yo me manejé toda mi carrera y no me ha ido mal. Si yo trato a un interno con respeto, me va a devolver el mismo respeto con el que lo estoy tratando”.
Agente 4: “El respeto es lo fundamental al momento del trato con los internos. Aunque las épocas fueron cambiando. Antes, el factor respeto y disciplina eran lo que predominaba”.
Agente 5: “Mi directiva al personal siempre fue que prestaran atención, que estuvieran atentos en el servicio. Mas allá de que los funcionarios no quieran que pase nada con los internos, en mis guardias me gustaba que mi personal hablara, comentara, informara, cualquier novedad”.
Agente 6: “Si algo remarcaba a mi personal a cargo, siempre fue el cumplimiento de las normas porque, si no cumplimos las normas, no solo sale afectado el interno, sino todo el recurso humano penitenciario también. El respeto por las normas es lo vital para el trato con internos dentro de un lugar de encierro”.
Como común denominador de todas las entrevistas llevadas a cabo, se extrajo la siguiente conclusión:
- El trato es el respeto por el otro, por su sola condición de ser humano.
- La relación penitenciario-interno se encuadra en un contexto de respeto.
- Se prioriza una regulación normativa de las normas de trato que debe respetarse por sendos partícipes.
- Deben replantearse antiguas normativas que contemplen la realidad actual de la población penal.
- Debe fortalecerse el vínculo e interacción celador- interno.