Pisando Malvinas: virtualidad vs realidad desde una perspectiva etnografica

Lunes 31 de octubre del corriente año. 9:00. Arribé a la Estación José León Suarez, del ramal de la línea Mitre. Unos minutos después, llegó el remise, que me trasladó de la estación al Centro Universitario San Martín (CUSAM), espacio que funciona en el interior de la Unidad 48 del Complejo Penitenciario Conurbano Norte, en José León Suarez, en el Partido de San Martín, de la Provincia de Buenos Aires. El CUSAM se caracteriza por contar con estudiantes que forman parte del Personal Penitenciario y con Personas Privadas de su Libertad (PPL).  En el camino fuimos charlando con el chofer sobre su jornada de trabajo; el señor comentó que lo esperaba un día de muchos viajes, sobre todo por el evento que se realizaba en el CUSAM. Arribamos al penal; el personal penitenciario que nos recibió en el ingreso se mostró muy predispuesto. El control fue muy rápido y el trato fue muy amable.

Una vez en el CUSAM, nos encontramos con un grupo de estudiantes de las carreras de Sociología, Antropología, Tecnicatura Universitaria en Animación 3D y Efectos Visuales, Cine Documental y Fotografía del Campus Miguelete de la UNSAM, Sociología, Trabajo Social, Talleres, Diplomaturas en Arte y gestión Cultural y Comunidad CUSAM/UNSAM. Todos ellos estaban preparando dispositivos que se usarían en la actividad (micrófonos, parlantes, trípodes etc.).

Minutos más tarde, se observó a un grupo de diez estudiantes mujeres, custodiadas por personal penitenciario: eran PPL y alumnas del lugar. Algunas de ellas eran parte del evento, y otras solo iban a clase.

Finalmente, se hizo presente el resto de los invitados, entre ellos, quien presentó la actividad denominada Realidad virtual en el CUSAM: la profesora e Investigadora Carina Balladares (EIDAES/EAyP/CUSAM).   

Todas nuestras prácticas cotidianas hablan de una historia, de ciertas luchas, de triunfos y de fracasos. Pensemos, entonces, la virtualidad como un dispositivo de construcción cultural, de herramienta alternativa, que nos ayuda a descubrir, en nuestras prácticas cotidianas, esos sentidos sociales que van por fuera del conocimiento optimizado en grandes bibliotecas. En este sentido, asumimos nuestra experiencia en torno a Pisar Malvinascomo una práctica con casco virtual.

Esto supone que describir ciertos registros observados durante el desarrollo de la actividad entre PPL, estudiantes y docentes del lugar nos invita a poner en juego al trabajo de campo como herramienta de captación de lo real, donde se disputan sentidos de aquello que nos rodea y nos constituye (Guber,2016).

Esta actividad propone, a través de registros observados en el evento, describir, a grandes rasgos, las sensaciones y motivaciones de los sujetos que se colocaron el casco virtual y transitaron la experiencia Pisar Malvinas.

La tarea comenzó con las palabras de su presentadora, profesora Carina, quien tomó el micrófono, saludó a los presentes, y explicó, a modo general, sobre el evento y sobre el mensaje que no deja transitar esta interacción. Seguidamente, hizo lo propio Marcos Perearnau director del CUSAM. Finalmente, hizo lo suyo el director del Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur, el ex combatiente Edgardo Esteban.    

Luego, se armaron grupos de 6 (seis) participantes. A cada uno de ellos se les dio un casco, y comenzó la experiencia. Mostraron gestos corporales diferentes, que expresaban distintos estados de ánimo (miedo, alegría, etc.). Entre los privados de libertad, se pudo observar que uno de los gestos más utilizados fue el de las manos abiertas, como dando a entender que buscaban sujetarse de algo.  Parecía ser que la comunicación verbal carecía de eficacia si no era acompañada de una serie de claves no verbales: movimientos oculares, expresiones faciales, distancia interpersonal (forma, pausas, ritmo).  Todo ellos expresaron lo que sentían con relación a lo virtual y a la sensación de estar en territorio malvinense. Entonces, podemos decir que las expresiones corporales describieron sus emociones.  

En este sentido, conjugar lo real y lo virtual nos lleva a preguntarnos si podemos experimentar otras versiones de uno mismo en la virtualidad. Claro que sí. La virtualidad puede ser una gran herramienta como espacio para ensayar y elegir relatos de identidad. Puede ser muy esperanzador y motivante pensarnos más adelante con recursos y competencias que todavía no tenemos. Pisar Malvinas no es la excepción. La idea de una tecnología que nos ayude a tener menos miedo, que esté al servicio de todos nos otorgará la valentía de permitirnos jugar a ser algo distinto a lo que fuimos o estamos siendo. El método etnográfico consiste en abandonar la comodidad de una oficina e introducirse en el territorio, conocer de primera mano cómo vive, piensa y se concibe un grupo humano (Guber, 2016).

En esta dirección, se me ocurrió preguntar a algunas PPL que transitaron esta vivencia: “¿Qué les pareció la experiencia del casco virtual? ¿Cuáles eran sus expectativas?”. 

Para el primer consultado, fue una actividad interesante, donde pudo observarse el territorio donde se encuentran las Islas Malvinas, sentir el ruido del viento… un viento muy fuerte. De igual manera, remarcó que había visto algo parecido a lo que se ve en la película Iluminados por el fuego (del director argentino Tristán Bauer, donde se narra la experiencia vivida de un soldado en combate bélico).

Para el segundo consultado, fue muy emocionante la experiencia. Por momentos, sintió miedo cuando observó las distancias que existían en kilómetros de territorio, entre las Islas Malvinas, Londres, Rawson, y otras ciudades. Manifestó también que le habían temblado las piernas cuando había visto el mar y que por momentos había sentido que caía al agua. Agregó que había sido muy emotivo el evento y que le hubiera gustado ver un poco más de la guerra (por ejemplo, cascos, armamentos, trincheras), donde los soldados se resguardaban del fuego del enemigo. También comentó que le recordó a la película Fuego Cruzado (del director argentino Tristán Bauer), donde se ve la humanización de los héroes en combate.

Para el tercero, también fue muy movilizadora la actividad. Remarcó que había sentido que estaba en las Islas y que había experimentado muchas sensaciones, como tristeza y alegría. Pensó en esos soldados jóvenes e inexpertos para una guerra, todo el sufrimiento y dolor de sus familias y del pueblo argentino en general. Además, le llamaron la atención una casa que se veía en medio del campo con un galpón, con una forma muy diferente a las de Buenos Aires, y la geografía: un lugar árido y descampado.

Una vez finalizada mi charla con los consultados, me retiré al sector central, donde había un par de sillas para los invitados. Pude observar, a un costado, a un privado de libertad hablando con el director del CUSAM. El primero estaba muy consternado, con lágrimas en sus ojos. Me detuve a observar la secuencia. Luego, a modo de finalización, el director abrazó al estudiante con un gesto acogedor, tranquilizador. Ello me hizo pensar en el concepto de cultura como una construcción social, que no es resultado de procesos naturales ni puede entenderse por fuera de la acción humana. Somos nosotros los seres humanos quienes, en nuestras prácticas cotidianas, construimos cultura colectivamente. Entonces, podemos sumar la virtualidad como un dispositivo cultural. La cultura es acción material y simbólica, personal, colectiva histórica y sensible. (Grimson y Seman, 2005).  

En resumen, observar y registrar esas interacciones que surgieron en la actividad nos lleva a poner en evidencia la medida humana del proceso de optimizar conocimiento. La etnografía brinda, a quienes indagan sobre la vida social, una fuerza de comprensión y un recurso elemental para el repertorio de métodos en ciencias sociales. (Guber, 2016).

La posibilidad de articular lo virtual con el CUSAM nos permite comprender la fabricación de significados en el análisis de las emociones y sus efectos, justamente porque la cultura concede identidad, y la identidad integra, y no excluye. Pisar Malvinas incluye, y aquí es donde el término cultura se presenta más bien como una combinación peculiar donde los sujetos se integran, sueñan y son capaces de crear.

Bibliografía

  • Guber, R. (2016). La etnografía: método, campo y reflexividad. Siglo Veintiuno (1.a ed. 3.ª reimp.). 
  • Grimson, A. Seman P. (2005). Presentación: “La cuestión cultura” en Etnografías contemporáneas. (Año 1, N.º 1, 11-22).
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